PUEBLO AFROBOLIVIANO
Historia
La población africana fue traída a las colonias españolas de América como mano de obra esclavizada. En el siglo XVI y XVII, muchos africanos esclavizados trabajaron en las minas de Potosí y la Casa de la Moneda, donde existín altos índices de mortalidad debido a las condiciones climáticas y por los tratos inhumanos que recibían. Otros tantos, y sus descendientes, fueron empleados como peones y el servicio doméstico en las haciendas de los valles de Mizque, Cinti, y Luribay y las ciudades de Sucre, La Paz y Potosí. A finales del siglo XVIII, fueron llevados a los Yungas para trabajar en haciendas dedicadas principalmente al cultivo de la coca para proveer a las minas. Esta región llegó a convertirse, en el siglo XIX, en el lugar de residencia definitiva y enclave de la mayor parte de la población afrodescendiente del país
A principios del siglo XIX, Santa Cruz de la Sierra y su entorno tenía una población aproximada de 800 afrodescendientes. Los afros de la zona, esclavos y libres (ex esclavos huidos de la colonia brasilera), y los indígenas que pagaban tributos, planearon un alzamiento frustrado contra los españoles, que se realizaría el 20 de agosto de 1809 en la ciudad capital, buscando acabar con el dominio español, la esclavitud y los tributos. Años después, el Cnel. Ignacio Warnes, gobernador de Santa Cruz (1813-1816), otorgó la libertad a los esclavos que se sumaron al ejército patriota. Así se formó un escuadrón afrodescendiente de infantería llamado “Los Pardos Libres”, que tuvo una valerosa actuación en las batallas de Florida, Santa Bárbara y El Pari. Una vez fundada la República, la esclavitud fue abolida de manera definitiva en 1851; no obstante, siguieron viviendo bajo un sistema de colonato o pongueaje, hasta la Revolución Nacional de 1952 y la reforma agraria de 1953, cuando los afrobolivianos fueron dotados de tierras. Además, se conquistó el derecho a la educación básica y al voto universal.
Religión y cosmovisión
Los africanos y afrodescendientes traídos al actual territorio nacional se fueron apropiando tanto de la religión católica, que debían asumir, como de las creencias religiosas de los pueblos indígenas con los que entraron en contacto, creando así un sincretismo que une lo africano, lo hispano y lo indígena originario. Esta fusión se refleja en las festividades, como ser el Señor de la Cruz, los carnavales y las fiestas patronales de las comunidades. En las mismas sobresalen las diferentes músicas y danzas, que son símbolo de la identidad afroboliviana. La saya, ha jugado y juega un papel muy importante para lograr la visibilización y la reivindicación de los derechos del pueblo afroboliviano, y para reforzar la cohesión e integración intracultural. Otras músicas y danzas son la zemba, que está relacionada con la fertilidad, así como el huayño negro y el baile de la tierra, que son propios de los matrimonios afros.
Los tambores de origen africano son el principal instrumento de estas expresiones musicales. Los hay de tres tamaños: el tambor mayor, el menor o cambiador y el gangingo. Otros instrumentos son la cuancha, fabricada de tacuara con ranuras para el rasqueteo y los cascabeles. El mauchi es una ceremonia fúnebre de origen africano. El mauchi, que significa “dentro de la tierra” en idioma kikongo, es un rezo que se entona como despedida a la persona enterrada al regresar del cementerio hacia la casa de los dolientes.
Organización social y política
La población afroboliviana está organizada a nivel nacional en el Consejo Nacional Afroboliviano (CONAFRO). En la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, el 10 de agosto de 2014 se constituyó el Consejo Nacional Afroboliviano Santa Cruz (CONAFRO SC), como organización departamental de los afrobolivianos cruceños, cuyo objetivo es buscar una incidencia en las políticas municipales y departamentales, para incorporar las propuestas de la población afroboliviana orientadas al mejoramiento de sus condiciones y oportunidades sociales, políticas y económicas.
Economía
Los afrobolivianos de Santa Cruz de la Sierra y ciudades intermedias (Warnes, Cotoca, Montero) trabajan en sectores económicos formales y no formales, los ocupados en estos últimos no gozan de beneficios sociales. El comercio es una de las principales actividades económicas y es realizado mayoritariamente por mujeres. Otros rubros económicos importantes para los afros son la industria manufacturera, el transporte y la construcción, que son ocupaciones predominantemente masculinas. Además, existe un creciente número de técnicos/as y profesionales afrobolivianos.